Por su legado arquitectónico de estilo colonial es declarado como patrimonio cultural de la humanidad, ofrece viviendas modernas que en su mayoría fueron edificadas conservando las fachadas de los edificios históricos fusionando con un estilo contemporáneo.
Aquí hay una gran diversidad de actividades y opciones para todos los gustos y bolsillos.
La plusvalía en el centro histórico es bastante alta pues la oferta es limitada y la demanda es cada vez mayor.
Acá encontramos museos, galerías, monumentos, artesanías y una gran oferta gastronómica reconocida a nivel mundial.
EL CALLEJON DE LOS SAPOS
se dice que en los tiempos coloniales las aguas del río San Francisco se desbordaban con frecuencia, inundara, los habitantes para sacar provecho a la situación instalaron algunos molinos pero aún quedaba un problema y los charcos comenzaron a dar paso a los sapos de ahí se bautiza como el Callejón de los Sapos.
Al día de hoy en este callejón hay un tianguis dominical aquí encontrarán artesanías, muebles, libros, antigüedades y hasta objetos originales de la época colonial.
Las casonas que se extienden a lo largo del callejón han sido adaptadas cómo tiendas de antigüedades.
Ahí también puedes encontrar cual algunos restaurantes y fonditas con los sabores típicos poblanos, algunos bares y cafeterías
LOS FUERTES DE LORETO Y GUADALUPE
Originalmente se trataba de unas capillas construidas en lo alto del cerro a Acueyametepec en el siglo XVI y fueron reconstruidas a principios del siglo 19 con finalidades militares
Sirvieron como escenario de la batalla del 05 de mayo de 1862 entre los ejércitos mexicano y francés
Declarado cómo patrimonio histórico de México, en el cual albergan museos que en su acervo tienen una colección de objetos históricos del siglo XIX, también las cartas del presidente Benito Juárez al General Zaragoza relacionadas con la batalla escudos de talavera y monedas entre otros.